viernes, 22 de enero de 2016

“DEFIENDA SU CASO CON EL CORAZÓN”


UNIVERSIDAD  AMERICANA

MAESTRÍA EN DERECHO PROCESAL

 

 

 

ENSAYO:

 

“DEFIENDA SU CASO CON EL CORAZÓN”

 

 

ASIGNATURA:

 

DERECHO PROCESAL PENAL

 

 

Por:

 

 BARRIOS DÍAZ, DANIA ELENA

 

 

PROFESOR

 

Mgter. CARLOS HERRERA

 

 

 

 

 

PANAMÁ, ENERO 2016-01-06

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

            Nuestro profesor con el afán de crear en sus estudiantes de Maestría de Derecho Procesal, el hábito de la lectura y el análisis de las mismas, para que seamos mejores abogados, nos proporcionó las lecturas del autor Lis Wiehl de su obra Ganar Siempre.  De tales lecturas, nos queda claro que todas están plegadas de verdaderas enseñanzas. Logrando crear en nuestra mente el deseo de hacer las cosas en debida forma.

Decimos lo anterior y en mi caso en particular, que escogí la lectura “Defienda su caso con el corazón”, para realizar este ensayo, que la lectura nos enseña que  todo lo que hagamos lo debemos realizar a conciencia y con lealtad, siempre con la firme convicción de que lo que hacemos debe ser lo correcto con apego a las normas y al derecho que nos asiste o más bien que le asiste a nuestro defendido. Es por eso que pasaremos a realizar un pequeño análisis de dicha lectura.

TITULO:


DEFIENDA SU CASO CON EL CORAZÓN: Le voy a contar una Historia.


 

 Para iniciar con nuestra reflexión sobre la lectura “DEFIENDA SU CASO CON EL CORAZÓN”, considero de suma importancia citar algunas frases que describen a buen abogado:

  • “Para ser un abogado de corazón se necesita la pasión”

 

  • “El abogado no vale por lo que sabe, sino por el ingenio y la capacidad de utilizar todos los conocimiento a su favor.”

 

  • “La abogacía es la profesión más hermosa, ya que te enseña a luchar por el respeto de los derechos de los demás.”

 

La lectura que hoy analizamos nos lleva a reflexionar sobre cómo debe actuar un abogado al momento que asume la defensa de su  cliente, pues todo abogado debe realizar una defensa a conciencia y con pasión, para garantizar la obtención del derecho que le asiste a su cliente.

 

Un buen abogado debe desde un inicio demostrar a su cliente que toma su caso como si fuera propio, es decir, el abogado debe asumir con responsabilidad, vocación y hacer las cosas con el corazón, para asegurar a su cliente una excelente defensa.

 

El abogado con sus argumentos, alegatos, escritos y todos los medios de prueba que tenga a su alcance debe ser capaz de proporcionar la mejor de las defensas, todo con el afán y el propósito defender su caso con el corazón.

 

Todo individuo tiene derecho a una defensa  y que esa defensa, ya sea gratuita u onerosa, se ejerza con el corazón, pues si el defendido visualiza el interés que tiene su abogado en el caso, éste podrá sentir o saber que está siendo bien representado, lo cual conllevaría a que de ese abogado solo se digan cosas buenas que engrandecerían a dicho letrado.

Podemos decir entonces con certeza que el abogado debe causar una percepción  a tal punto de convencer a las personas que lo escuchan, en este caso especifico a jueces y magistrados, y porque no a los jurados de conciencia.

Para lograr una buena impresión todo abogado debe poner en práctica los siguientes puntos:

1.- PRESENCIA DEL ORADOR: La presencia del abogado va asociada con su imagen, la que, a su vez, es primordial, pues determinará la impresión que causaremos a los demás. En el foro, esta impresión debe causarse a los jueces y a los miembros del jurado, si bien debe entenderse que nos referimos a causar una impresión positiva, acorde con el contexto judicial en el que desempeñamos nuestra labor. Por lo tanto, debemos proyectar una imagen de seriedad, responsabilidad y confianza.  

2.- PRESENTACION Y DESPEDIDA ANTE LA SALA: Las reglas de cortesía, tanto en nuestra vida diaria como en determinadas situaciones deben ser ajenas a cualquier motivación especial. Si somos educados, lo hemos de ser siempre, por lo que en el foro hemos de mantener una conducta cortés y educada en todo momento, máxime cuando es de suma importancia que el abogado genere desde el principio un clima positivo con el auditorio, lo que le ayudará a su tarea de convencer y persuadir. Deberá saludar a su llegada a la sala de forma clara y amable al juez. Y, al retirarse. Evitar a toda costa llegar tarde al acto judicial.

 

3.- RESPETO AL AUDITORIO: Ante el auditoria debe, entre otras normas de conducta:

·         Actuar ante ellos con buena fe, lealtad y respeto.

·         Guardar respeto a todos cuantos intervienen en la administración de Justicia exigiendo a la vez el mismo y recíproco comportamiento de estos respecto de los Abogados.

·         Empleo de un lenguaje corporal que denote la realización de gestos despectivos que indiquen descortesía, arrogancia, altivez o altanería con el tribunal o durante la intervención de otro abogado o de cualquier parte, testigo o perito.Empleo de un lenguaje ofensivo, tosco o vulgar (palabras mal sonantes) durante su intervención.

·         Corregir al juez o a las otras partes.

·         Tratar de amedrantar al tribunal o con el uso de actuaciones ante otras instancias.

 

4.- SEÑALES DE APROBACION-DESAPROBACION: Constituye una conducta irrespetuosa e inapropiada en un abogado el realizar gestos y señales de desaprobación. En ocasiones el abogado producto de situaciones de extremada tensión, pero precisamente la grandeza del mismo radica en mantener la calma y, orientado por la prudencia, saber emplear las herramientas legales de las que disponemos para tratar corregir aquello que no se ajuste a la legalidad o, en su caso, de soportar aquellas decisiones o situaciones que nos disgusten.

 

5.- INTERRUPCIONES: Salvo aquellos supuestos en los que la norma procesal permite la interrupción de los interrogatorios del letrado contrario, el abogado no puede interrumpir a quien se encuentre en el uso de la palabra. Naturalmente, si se desea intervenir, habrá que esperar el momento más adecuado y solicitar al  juez o presidente la venía para hacerlo.

 

6.- OBEDIENCIA DEBIDA AL JUEZ: El abogado, cuando es llamado al orden sobre cualquier cuestión por el juez o por el presidente del tribunal está obligado a obedecer.

 

7.- COMPOSTURA: El actuar con un comportamiento comedido, moderado y discreto en el hablar y actuar, ajustado a las circunstancias de tiempo y lugar.

Entre aquellas conductas que son destacadas por los jueces, y que podrían incardinarse en la falta de compostura se incluyen las siguientes:

·         Sentarse de forma inadecuada o arrellanarse en la butaca.

·         Jugar con el bolígrafo o con cualquier otro objeto.

·         Comer chicle. 

 

8. SOBREACTUAR: Los actores, cuando sobreactúan, exageran el tono o actitud del personaje que encarnan, realizando con ello una interpretación exagerada y carente de naturalidad.

 

9.- INTERROGAR: En cuanto a la forma de interrogar, son varias las conductas que debemos observar y que son las que más llaman la atención a los jueces:

·          El tutear a la parte interrogada, testigos o peritos, conducta ésta muy reprobable pues demuestra descaro y desconsideración.

·           Hacer preguntas que ya han sido realizadas anteriormente o, de alguna forma, han sido respondidas 

·          Elevar el tono de voz exageradamente mientras estamos realizando el interrogatorio.

·          Entrar en un diálogo con el interrogado.

·          Amedrantar o intimidar a la parte, testigos o peritos durante el interrogatorio, con amenazas de acciones posteriores o de la advertencia de cualquier perjuicio como consecuencia del testimonio que están prestando.

 

10.- CUCHICHEOS CON COMPAÑEROS: Ciertamente, es muy habitual ver como durante el acto de la audiencia previa o el juicio oral los abogados  hablan entre ellos sobre algún aspecto el procedimiento o sobre otra cuestión relacionada con algún hecho que está acaeciendo.

 

11.- FORMA DE HABLAR Y TONO: Hay que evitar hacerlo bajo o excesivamente alto; hacerlo sin convicción y seguridad o de forma incomprensible.

 

12.-  EXPOSICION DEL INFORME: El informe debe ser breve, claro y preciso, alejándose de exposiciones prolijas y largas en el tiempo y de argumentaciones oscuras y farragosas. 

Concluir señalando que de evitar hacer uso de estas conductas, poco le valdrá al abogado su brillante elocuencia ante un auditorio poco receptivo, escasamente atento y consecuentemente nada proclive a la argumentación de quien actúa de forma desatinada.

Estamos plenamente convencidos que si el abogado que defiende con el corazón su caso pone en práctica las buenas conductas que debe desplegar ante el auditorio en un momento dado, de seguro obtendrá buenos resultados a favor de su defendido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONCLUSIÓN

Como conclusión de este ensayo, podemos decir que desde el mismo momento que decimos estudiar la licenciatura en derecho y ciencias políticas, debemos asumir una actitud de defensa, claro aunado a un sin número de compromisos ante la sociedad, entre los cuales podemos destacar el servir a los usuarios del sistema judicial, administrativo, privado, etc., destacando siempre el derecho a la defensa.

Y es que, para llevar a cabo esa misión de representar en un determinado caso a una persona se debe tener presente siempre que la vida es un derecho y que ese derecho es toda una vida, partiendo de esa base, es que tenemos que tener muy en cuenta que para ser buenos abogados no es por lo que sabe, sino por ese ingenio y capacidad de utilizar todos los conocimiento que tenga  a su alrededor y a su favor, para hacerlos valer ante las autoridades o ante cualquier persona.

 Aquel abogado que defiende su caso con el corazón, sin dejar de lado sus honorarios, podrá realizar con gran éxito la defensa que se le ha encomendado.

 

 

 

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