viernes, 22 de enero de 2016


 

UNIVERSIDAD   AMERICANA

MAESTRÍA   EN   DERECHO   PROCESAL

 

……….

ASIGNATURA

DERECHO PROCESAL PENAL

 

PROFESOR

 

MGTER. CARLOS HERRERA

 

…………

ENSAYO DE LA LECTURA

 

“DEFINA LO QUE QUIERA”

 

………

 

ELABORADO POR:

 

MENDOZA, MARIA

CED. 6-81-590

    

 

PANAMÁ,  6 de enero de 2016

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

            Después de leer con detenimiento la lectura que me correspondió DEFINA LO QUE QUIERA, fue de gran ayuda para mi, ya que ella encontré muchos factores que desconocía y que de forma muy inteligente los pondré en práctica.

            Es correcto manejar una definición que nos esclarezca qué es realmente lo que somos y queremos en nuestras vidas y sobre esta base podamos desarrollar los componentes, tipos, formación, importancia, dimensiones y estrategias para buscar las mejores soluciones para nuestros intereses y el de lo demás.

            La valoración que tenemos acerca de lo que pensamos internamente de nosotros mismos y aquella percepción que creemos distinguir de aquellos que están a nuestro alrededor y que de alguna u otra forma nos afectan.

            El estudio y comprensión de este fenómeno además de todo aquello que la involucra, permitirá tener una visión amplia de un componente valioso de nuestra personalidad. Recordemos nuevamente, nuestra forma de pensar, sentir y actuar debe estar en sintonía positiva y coherencia total si queremos lograr la mejora de nuestra vida y en general nuestra autoestima.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ENSAYO DE LA LECTURA DEFINA LO QUE QUIERA

Hallar un lema central

             Es esencial establecer objetivos e ideas centrales bien enfocadas y definidas de forma que de  manera apropiada  nos conduzcan a alcanzar esas metas personales y llegar al éxito que queremos, ya que estos nos ayudan a ordenar nuestra vida, nos señalan el camino, nos sirven de guía, nos revelan prioridades, nos ayudan a programar nuestro inconsciente para poder alcanzarlos, y nos sirven como fuente de motivación.

            Un lema es una palabra o varias palabras que resumen mis creencias o mi punto de vista de la vida. Cuando elijo un lema personal, estoy realmente hurgando en mi mente para encontrar aquello que me motive o  me lleve a realizar las decisiones que elijo. Mirar a nuestro ser interior, y esta forma descubrir un  lema que me inspire y me lleve a luchar por ese ideal que que me he propuesto alcanzar.  

 

Cómo establecer  tesis, objetivo  y evitar pistas falsas

 

            La inseguridad de no saber qué hacer, cuál es el próximo paso certero a dar, es una de las sensaciones más comunes que sienten los profesionales que buscan moverse hacia un nivel más alto de independencia y trascendencia. Aún habiendo alcanzado un  buen desempeño y dedicación en sus labores, sienten un estancamiento que les impide avanzar hacia sus verdaderos propósitos o metas.  Muchos nos sentimos identificado con esta situación, por lo que para ello debemos empezar a clarificar nuestro camino profesional que impacte positivamente en nuestra vida, en el plan que nos hayamos propuesto ya sea profesional, personal o familiar.

 

            Siempre se ha dicho que los seres humanos somos un TODO integral. El hecho que separemos nuestra vida en áreas laboral, familiar, social, pareja, financiera, etc. nos ayuda a hablar más ordenadamente de las cosas (y pensarlas) de tal manera que nuestra vida no se convierta en un caos.

 

            Una experiencia muy personal que mantengo actualmente en el ámbito laboral es este lema:

“No me siento a gusto con lo que estoy viviendo, con lo que hago, siento insatisfacción, pesar, molestias…no me valoran “ pero a pesar de esto trato de dar lo mejor de mi y dar una buena impresión con el ánimo de que otras personas vean mi potencial, hablando en el ámbito laboral, sin embargo, pienso que no me ha funcionado.

 

            Luego de leer el artículo que me correspondió puedo comprender que no he enfocado bien mis ideales y que puedo iniciar enfrentando toda esa “nube” que no me permite ver más allá; que quizás inconcientemente, no me está permitiendo descubrirme, reconocerme, hacer salir de mi lo que ya está en mi interior, obstáculos tales como prejuicios, inseguridades, mandatos, obstáculos, miedos, que hacen que no pueda descubrir mi camino que solo necesito hacerlo salir.

 

            Uno de los consejos iniciales sería ponernos  en campaña para abrir la mente a nuevas posibilidades, a que te conozcas, te conectes profundamente contigo, a que elijas embarcarte en un proceso personal de autodescubrimiento.

            Esto lo podemos iniciar consiguiendo libros sobre temas que te impacten, nos llamen la atención, esto abre la mente a nuevas posibilidades, como por ejemplo La Vaca, de Camilo Cruz, conversar con personas que ya hayan logrado descubrir su destino profesional y personal y pregúntales qué hicieron y cómo lo hicieron.

 

            No juzgue nunca el libro por su portadada

 

 

            Hablando de forma metafórica, creo que todos deberíamos preocuparnos tanto por el fondo, como por la forma, para tener esa imagen que nos gusta de nosotros mismos, que proyecte nuestro estilo, pero con la personalidad necesaria para sustentar aquello que proyectamos. No se trata de tener un libro bonito, o ser una persona bien arreglada, se trata de estar en congruencia por dentro y por fuera.

            Pero eso es hablando de nosotros mismos, ahora, queda la lección pendiente, no juzgues a un libro por su portada, y eso más que una frase bonita, o una cosa de tu abuela, más que eso, debería ser una filosofía interna, en la que primero te permites conocer a una persona, por dentro y por fuera para dar una opinión, una evaluación y saber cómo encaja en tu vida.

            Porque cuando juzgas a alguien únicamente por su apariencia, estás perdiéndote de conocer lo mejor o lo peor de alguien, de verdad, no juzgues un libro por su portada, sobre todo cuando es más interesante leer el prólogo y si te convence, seguir hojeando el libro.

Simplificar nuestros argumentos

 

            La búsqueda de la simplicidad como vía para alcanzar nuestras intenciones también es útil para todos aquellos abogados y de aquellos que algún día nos toque la difícil tarea de convencer a un juez para que nos dé la razón. Para ello tenemos que descomponer el argumento en sus distintas partes y niveles, buscar la síntesis, eliminar lo superfluo, simplificar las oraciones, eliminar el “mayor abundamiento” si realmente no aporta nada de trascendencia, evitar los formalismos y los extensos escritos. Todo esto es un verdadero reto para lo que incursionan en el mundo de la abogacía.

 

     Con mi experiecia como funcionaria en los Tribunales de Justicia, podría aconsejar a los abogados que deberían redactar sus escritos en un nivel que lo entendiera un estudiante de último año en la Universidad. Ésa es una buena regla de oro

 

            Los  argumentos simples son argumentos ganadores, los argumentos complicados y difíciles de comprender, se convierte en un trauma para el lector y se convierten en pastillas para dormir de papel.

 

            Así pensamos los que en algún momento nos ha correspondido tomar una decisión por nuestras funciones.   Sabemos que en muchas ocasiones cuesta mucho simplificar los escritos e ir al grano.   Sin embargo, el hecho de que el camino sea difícil no deberíamos olvidar hacia dónde debemos dirigir nuestros pasos.

 

 

Muchas veces no siempre se tiene la razón

 

            Quizás porque lo necesitamos, porque nos hace sentir seguros, muchas veces nos hace falta pensar que tenemos la razón, que lo que vemos y lo que oímos es lo que sucede realmente y estamos dispuestos a defenderlo frente a cualquiera.

            Admitir que no tenemos la razón, que hemos errado, que estamos equivocados, dejar el orgullo a un lado, que difícil es y tan sencillo a la vez. Cuando nos dan la razón, qué bien nos sentimos!!!!!.

¿Por qué cuesta tanto dar la razón a los demás ?

            No hay que verlo como una derrota sino como una oportunidad para verlo desde otro punto de vista o para la próxima vez hacerlo de una manera mas adecuada o que funciona mejor.

            A todos nos cuesta reconocer nuestros errores, supone aceptar que tenemos un punto de debilidad, hacer ver que no somos perfectos, aunque la perfección no exista. A todos nos gusta vernos y  que nos vean fuertes pero realmente una persona es fuerte cuando después de cometer un error, lo acepta, lo reconoce y trata de  buscar soluciones.

 

            Dar la razón en todo, tampoco es adecuado, ya que puede parecer que no tenemos una opinión propia. Muchas veces lo hacemos por no defraudar a la otra persona, por miedo a que se enfade o le parezca mal, pero finalmente esto puede llegar a afectar a la persona, a ser dependiente y dejarse llevar por los demás, a no realizar sus objetivos y mantener sentimientos de rabia,impotencia ….. Por lo tanto, a pesar de no actuar siempre de la misma manera, cuanto más asertivos seamos, mejor para los demás y para nosotros mismo

 Se trata de conocer  lo que realmente queremos

 

            ¿Sabemos respondernos a qué es lo que queremos realmente en la vida? Porque no saber lo que queremos y matarnos para conseguirlo es la causa principal de la infelicidad.

            Muchos de nosotros, al menos en alguna época de nuestra vida, hemos estado persiguiendo lo que no necesariamente queríamos. Y lo hicimos porque no nos paramos a definir qué es lo que realmente y de verdad queríamos.   Nos hubiéramos ahorrado tiempo y algún que otro disgusto si hubiéramos dedicado el tiempo necesario  a determinar qué era lo que queríamos. Si lo que estamos buscando es encontrar más significado a nuestras vidas es porque todavía no hemos dedicado el tiempo suficiente a reflexionar sobre lo que realmente queremos.

            Pero si tenemos alguna clase de idea respecto a lo que queremos y sobre todo, a cómo vamos a hacerlo, será más fácil conseguirlo y disfrutaremos de ese camino. Es fundamental que escribamos todo lo que sea importante para nosotros y si queremos dejar nuestra huella en este mundo, ya podemos abandonar nuestras zonas de confort y convencernos con buenas dosis de motivación y coraje.

 
 

CONCLUSIÓN

 

 

            Una persona realizada no es aquella que posee un estatus social, laboral y económico envidiables, sino aquella que se siente complacida con lo que hace, que tiene ambiciones positivas que le incitan a seguir superándose, pero sin angustias comparativas entre lo que ha conseguido y lo que le queda por lograr.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario